jueves, 2 de junio de 2022

SIERRA DE GÁDOR (ALMERÍA)


En otro tiempo, en otra edad,
en otra juventud, fuimos felices,
tú no puedes negarlo.
Al contrario que ahora
teníamos todo el tiempo
del mundo en nuestras manos
y nada nos urgía.
¡Tienes que recordarlo!
Un caracol de tierra cruzaba
nuestro huerto cada tarde,
mientras el jazminero inundaba
la casa con su precioso olor.
Venían los amigos y hasta el amanecer
tocábamos la cítara y cantábamos.
A veces, tú te despojabas de los velos
y bailabas, sublime hurí que a todos
nos llenaba de emoción. La noche,
como un cántaro de niebla, se mecía
en el dulce sopor de la embriaguez.
Entonces esta sierra
era un extenso bosque
de encinas, de quejigos, de madroños,
un bosque umbrío, undoso,
que bajaba hasta el mar.
No me preguntes quién ordenó
talar los árboles, no me preguntes
quién desbarató aquel paraíso.
Traían una cruz y amaban
más el hierro que la vida.


Copyrigh. Rafael Arjona