martes, 30 de mayo de 2023

ISLETA DEL MORO (ALMERÍA)


Todo lo que ahora ignoro
lo aprendí ya
en otro tiempo y en otra dimensión
que no recuerdo.
Mírame: lo mismo que te amo
sin saber de qué lago sereno
o de qué turbio abismo
brota mi sentimiento,
así vuelvo al lugar
del que no me fui nunca.
¡Qué química tan rara, tan oscura!
¿Será esa leve onda,
verde como un hechizo
que muere suspirando a nuestros pies?
¿Será la curva grave
de la arena camino de las rocas?
¿Será el azul tembloroso de este cielo
o esta brisa ligera
que juega como un niño con tu pelo?
No lo sé. Y no lo sabré nunca.

Copyright: Rafael Arjona

jueves, 25 de mayo de 2023

EN RODALQUILAR



1

Olvidamos a Marx y a los marxistas,
a Proudhon, a Bakunin, a Kropotkin.
Eran falsos profetas, nos dijeron,
tenían la boca abierta a un océano de sangre.
¡Ay, si el amor volviera por sus fueros!
Hemos vuelto a Platón, es más sencillo.

2

¿Hasta cuándo? Los días del olvido
no pueden ser eternos.
Así como la luna
teje en el manto de la noche
hojas de acanto, fuentes de bruma,
collares de cristal del color de la lluvia,
así como la luna trenza rosas de nieve
que al llegar la mañana se disuelven
en nubes de ceniza o de agua,
¿no han de surgir del fondo de la vida
nuevas manos y nuevas herramientas?
¿Ya no tendrá la tierra nunca más
una ventana abierta al mundo de los sueños?

3

Lo sé, vuelvo a la vieja urdimbre
del ayer que se fue para siempre.
No es necesario ese fugaz relámpago
que destella en tus ojos para saber
que el tiempo no se detiene nunca.
Pero mira estos campos abrasados de sed,
estos campos ardientes, burla también
un día de la codicia humana. Escucha
este silencio contra el que nada pueden
los motores más fieros. En sus rojas heridas
en la tristeza indómita que anega su laderas,
¿no ves, acaso, tú también, el perfil
amarillo de una humilde esperanza?
Dame la mano y llévame de nuevo
hasta el camino, me estoy quedando ciego.

Copyright.- Rafael Arjona


miércoles, 17 de mayo de 2023

EN LA PLAZA DE LA TRINIDAD (GRANADA)



Lo que yo escucho ahora
bajo la sombra de estos vetustos plátanos,
¿es el rumor del viento
o el suave plañir de los planetas
cansados de girar siempre
en la misma órbita?
¿Qué sucede? Pasan manos
teñidas de carmín o de sangre,
pasan caballos negros con las crines
enhiestas como esmeradas gaviotas
pasa un ciprés acalorado y tímido
y luego tres muñecas coronadas
de nardos, pasa la silueta de un muerto
que grita sus excusas
por enturbiar el brillo de la mañana,
pero el rumor no cesa.
Siento en el pecho un vértigo impreciso,
¿Es el final? ¿Es es el principio?
Cae sobre mis hombros 
el peso de un historia
que no tiene remedio,
veo pájaros sombríos con las alas
quebradas y cabezas hundidas
en pechos descarnados y una luz
amarilla y una puerta de bronce
que se cierra bruscamente
con serena violencia.
¿De dónde viene ese rumor?
¿Qué lo produce? ¿Por qué
lo escucho yo, si es apacible
y grato este jardín y nadie
más parece que lo oye?
¿Me estoy volviendo loco?
Hoy he salido solo
y yo que he olvidado vivir
sin el soporte de tus ojos
siento que esta mañana
el cielo es de un azul casi irritante
y esta ciudad
un desgarrón de melancolía
en la capa del tiempo.

Copyright: Rafael Arjona

domingo, 14 de mayo de 2023

EN EL CABO DE GATA


1

 Lo que la piedra pone de relieve
en estas soledades
no es el poder del tiempo,
sino la dimensión de la tragedia humana
Pongo sobre la mesa estas preguntas:
¿Qué somos?
¿Qué nos empuja a llegar sin temor
hasta el borde del acantilado?
¿Desconocemos la fuerza de las olas?
¿Hemos alcanzado el equilibrio íntimo
de los peces marinos que aguardan
a su presa completamente inmóviles
en la boca de sus guaridas?
Sea como sea, nuestro destino es claro:
también como esas rocas
que gallean ahí abajo
somos causa y efecto,
también como esas rocas
contra nosotros se estrellan las aguas
al tiempo que destruyen cuanto somos.

2

No estás de acuerdo.
¿Y cómo habrías de estarlo?
Tú eres la pleamar en su mejor albura,
un misterio de brazos, de canales, de ríos
abiertos al fervor del universo.
A mí, en cambio, me aterran
no sólo esas preguntas,
sino hasta la más simple:
el nombre de este cabo, por ejemplo,
por qué, quién, de qué modo,
en qué momento exacto de la historia.
Por algo tan banal me juego yo la vida
No estás de acuerdo, no
¿Cómo habrías de estarlo?
Tú eres la dispersión y la cordura,
tu corazón es un panal de adviento
y en tu angustia
hay tanto amor como misericordia.
En cambio, yo, ¿adónde iré
que el viento no desarme mis velas?
Yo vivo en lo concreto, lo preciso y lo torpe.
Yo necesito la exacta tiranía del motor,
el círculo redondo,
el cuadrado perfecto.

Copyrigh: Rafael Arjona