domingo, 14 de mayo de 2023

EN EL CABO DE GATA


1

 Lo que la piedra pone de relieve
en estas soledades
no es el poder del tiempo,
sino la dimensión de la tragedia humana
Pongo sobre la mesa estas preguntas:
¿Qué somos?
¿Qué nos empuja a llegar sin temor
hasta el borde del acantilado?
¿Desconocemos la fuerza de las olas?
¿Hemos alcanzado el equilibrio íntimo
de los peces marinos que aguardan
a su presa completamente inmóviles
en la boca de sus guaridas?
Sea como sea, nuestro destino es claro:
también como esas rocas
que gallean ahí abajo
somos causa y efecto,
también como esas rocas
contra nosotros se estrellan las aguas
al tiempo que destruyen cuanto somos.

2

No estás de acuerdo.
¿Y cómo habrías de estarlo?
Tú eres la pleamar en su mejor albura,
un misterio de brazos, de canales, de ríos
abiertos al fervor del universo.
A mí, en cambio, me aterran
no sólo esas preguntas,
sino hasta la más simple:
el nombre de este cabo, por ejemplo,
por qué, quién, de qué modo,
en qué momento exacto de la historia.
Por algo tan banal me juego yo la vida
No estás de acuerdo, no
¿Cómo habrías de estarlo?
Tú eres la dispersión y la cordura,
tu corazón es un panal de adviento
y en tu angustia
hay tanto amor como misericordia.
En cambio, yo, ¿adónde iré
que el viento no desarme mis velas?
Yo vivo en lo concreto, lo preciso y lo torpe.
Yo necesito la exacta tiranía del motor,
el círculo redondo,
el cuadrado perfecto.

Copyrigh: Rafael Arjona

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