Playa de los
Genoveses
A modo de
diario, llevo un cuaderno
en el que
anoto, como un vulgar idiota
las veces que
me dices: “te amo.”
Sé que el amor
no tiene cita
con el
psicoanalista
y que las
matemáticas se estrellan
contra esta
enciclopedia
de espigas
encendidas
y canciones
doradas,
sé lo poco que
valen las palabras,
si no hay
detrás un gesto
que las afirme y las respalde,
pero, qué
quieres,
yo también
tengo un par de oídos
abiertos al
sonido de tu voz
y un corazón que anhela
cruzar el océano.
Copyright: Rafael Arjona