viernes, 27 de mayo de 2022

LAS TRES CARAS DE APOLO


1

Ya no se bebe absenta en los figones
ni van los marineros cantando sus peanes
por las calles que hasta ayer bajaban hacia el puerto,
ya no anuncia la tarde aromas de violeta
y en la noche, ¿quién soporta el murmullo
de las batas de cola, quién acecha la sombra
que la luna dibuja en las desnudas plazas,
quién, en fin, abandonados todos los caminos
reniega de sí mismo y se aviene a vivir en el olvido?

2

La ciudad en la que vivo tienen nombre de ocaso,
su historia es la de un hombre que hacia el amanecer
perdió la vida contra la tapia
de un viejo cementerio abandonado,
por sus calles pasean atildados varones
que van de la capilla a la despensa
y mujeres sombrías que arrojan la mirada
como monedas falsas. El tiempo no ha pasado
por ella, sólo por sus fachadas.

3

Mi gloria es la del ser que no se inmuta.
Aquí andamos, billete tras billete, contando
los triunfos del sistema que se bebe la vida
por el puro valor de la rapiña. Billete tras billete
llevo la bolsa llena de lenguas y de puños.
Ya no me caben más, está repleta. Mas,
¿de qué me serviría la mesura? Mi gloria
es la implacable certeza del futuro,
¿se puede ser feliz de otra manera?

Copyrigh: Rafael Arjona

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